martes, 29 de septiembre de 2009

Comentarios sobre el libro "Cicatriz" por Irene Marks


GUSTAVO TISOCCO - CICATRIZ

En su libro Cicatriz, antología parcial de la obra de Gustavo Tisocco, que es extensa y posee muchas facetas, el factor común es la búsqueda desde el dolor, la "cicatriz" imborrable, recordada y vigente en el poema. El poeta nos habla de un tema que nos toca muy de cerca en el poema 1978, donde recuerda lo que sucedía "entre túneles y sombrías cárceles" contrastado con "un estadio lleno de ilusiones y mentiras", que no desea oir que existen "picanas y sonidos desgarrantes". Sólo sostiene esta sensibilidad "la espera de los que esperan", y no deja de denunciar los "mundiales y caretas que aún perduran". En sus poemas las imágenes toman un tono universal ("Horizonte/inundado de llanto") y de compromiso emotivo, más allá de lo racional.El paisaje se tiñe de subjetividad ("Tejas que sufren/dolor de escarcha") con palabras que van desenvolviendo el universo sensible de Gustavo, donde la realidad se vive desde la emoción("El amor /se mete / en los huesos"). Una cicatriz siempre presente en Gustavo es su denuncia candente del abandono infantil ("El niño que come en la vereda/no es un perro, no.") y sus palabras toman en ocasiones la finalidad de una sentencia contra la crueldad del sistema en el que vivimos y de cómo se adueña de nuestras almas("olvidamos /que en la intemperie/ la inocencia llora").El amor toma su fuerza en la palabra a través de un compromiso total, no sólo en la palabra sino en la vida("De puerta en puerta/lloro tu nombre,/muriendo de sed.") y un anhelo imposible, otra cicatriz que grita desde las palabras ("No habrá canciones de cuna/ni un hada madrina en el viejo cuento") en el poema Maternidad, donde los "úteros vacíos,espermas nostálgicos" se transmutan en "alumbramientos abismales" . El mismo cuerpo se modifica de acuerdo con las emociones porque no olvidemos que el amor "Moldea,/da forma/a la gloria", y a veces dirá "Mi corazón es una casa vieja" y otras veces "Es parte del entierro/estas ganas de ser pájaro,/esqueleto inerte".Sin embargo, también es gozo"Derramaré/ el vino dulzón/ que dejas en mi boca", celebración del placer"Eres gladiador de mis mordiscos, /yo tigre sediento". Y la fuerza total del poema Oruga nos señala la ruta de la humanidad, pasible de cambio , desde su condición de"insignificante/partícula ínfima/alimento de águilas" hasta la de la infinita esperanza("Aguardo...Me crecerán alas, lo sé")
En Terraza, donde se llega al límite de límites, la idea del suicidio se toma como vuelo anhelado"Elevar mis brazos como si fueran alas, atravesar los edificios, surcar lo celestial..." y con fuerza magistral en dos versos separados leemos :"Inesperado el asfalto/que me castiga".Es ésta la virtud de los poemas de Gustavo, el de nombrar situaciones que a todos nos horrorizan y decirlas bien alto, mostrando abiertamente la Cicatriz

domingo, 20 de septiembre de 2009

Comentario de "Cicatriz" en La revista "LA BODEGA DEL DIABLO" Boletín cultural de la Red ECO Alternativo


Comentamos
Por Montse Bertrán (Revista La bodega del diablo -dirigida por Carlos Carbone y Pablo Marrero)

Cicatriz
De Gustavo Tisocco

Gustavo Tisocco nació en Mocoretá, Corrientes en 1969.
Cicatriz es su sexto libro, publicado, este año por la Editorial Vinciguerra. Sus anteriores poemarios son: Sutil, Entre soles y sombras; Paisaje de adentro, Desde todos los costados y Pintapoemas. Tiene publicados también tres CD: Huellas, Intersecciones y Corazón de níspero. Actualmente dirige el Blog:
http://mispoetascontemporaneos.blogspot.com/, con una completa muestra de la poesía actual argentina, un espacio importante para la difusión de autores noveles, de la nueva poesía que junto a autores consagrados celebran el acto de escribir como gesto reverencial a la Vida y al Espíritu que vibra en nuestra Humanidad.

Uno de los poemas de Cicatriz, canta:


“El amor
se mete
en los huesos.

Moldea
da forma
a la gloria

Efusivo
angelical
pacificador

Pobre de mí:
soy
invertebrado”


Rico de él porqué este autor tiene, sin dudarlo, su columna vertebral en el poema. Allí se sostiene, y en la poesía, el movimiento, echa a andar su escritura.
Él nos dice, “en la intemperie la inocencia llora”… Y en la desgarradura del alma, un niño emerge con Su Inocencia divina para sanar las heridas que quedan. Belleza e Inocencia, inseparables, habitan esta poesía. Son, unidos, la ventana y el pájaro, el ladrido y el vuelo.
Su Jugar, y su “Jugarse” nos recuerdan que la bestia, la ceguera, la sed y el dolor existen, nos golpean la cara, el alma, van de cielo en cielo, entre sombras y luces.
Cuando el poema fluye con tanta libertad para nombrar la extrema soledad, la sed, el dolor… hasta los “alumbramientos abismales”, se disuelven adentro de los muertos, de sus muertos y de los nuestros. Entonces, “los duendes anuncian derrumbes”…, por ello: “paciente/ previsor/calmo/certero/vital…Me crecerán alas, lo sé”. Así, el poeta explora espacios de eternidad, luz en el fluir de la vida.

“Caminan el universo
los caballeros de mis noches”
……………………………..
El día descubre

mi mortal ruego.”



A pesar de la mortaja, las alas del poeta han crecido. Nutriéndose de caricias, de tonadas, de cadencias, cediendo a los abismos de su Ser pequeño pero enorme.
Fue desenterrando duendes, que despertamos del sueño. Del sueño de una poesía real compartiéndose como la lluvia, como los valles y la osadía de la risa….
Con el beso del Príncipe y con la verdad desnuda entre los labios nos espera la poesía de Gustavo. Es tiempo de leerla.